Ahora bien, ¿la realidad que hoy vivimos es la consecuencia inequívoca e irrefrenable de una situación que se venía venir, o no? Hoy, los datos nos responden fuerte y claro. En la última década (2010-2019) hemos tenido más horas/hombre perdidas por huelgas en el sector privado que en los 20 años anteriores: un total de 20.5 millones de horas/hombre perdidas en 699 huelgas. En los últimos cinco años, la satisfacción por la democracia ha caído a 11%, la percepción de justicia sobre los ingresos ha caído a 12% y la confianza interpersonal hasta el 11%. Se han reportado 2,847 acciones colectivas de protesta que registraron violencia, la informalidad laboral se ha mantenido por encima del 72% en los últimos 10 años, alcanzando picos de 77% en el 2010 y 2020. A nivel sectorial, en el 2019, la informalidad laboral alcanzó el 96% en el sector agrario, 73% en el comercio, 64% en la industria de manufactura y 47% en la minería. El nivel de pobreza se mantuvo en el rango del 20% y 30% durante los últimos 10 años, y alcanzó nuevamente el pico en el 2020.
Hoy, la situación se presenta difícil, pero está claro que existen oportunidades en tiempos de crisis y mucho trabajo por hacer; no solo lo vemos en el Perú, sino en países hermanos como Venezuela, donde encontramos grandes líderes haciendo empresa, apostando por su país, y teniendo éxito. La pregunta puede caer de madura, ¿cómo logro ver las oportunidades en la crisis? O ¿cómo puedo avanzar en circunstancias difíciles? ¿Cómo revertimos esta situación?
Nuestros Directorios han transitado dos shocks externos, COVID-19 y el impacto del proceso electoral en la confianza para invertir, en un contexto de cambios cada vez más constantes que han transformado el entorno de negocios en general. Del análisis de los resultados del estudio, podemos extraer los siguientes cuatro insights para el quehacer de todo Directorio.