¿Cómo funciona Sugo? ¿Cuál es la dinámica?
Las compañías que trabajan con nosotros son un gran motor para que esto funcione. En términos prácticos y operativos, Sugo es una plataforma online que compra los productos y lotes de estas compañías a valores muy convenientes y los comercializa en un entorno controlado de consumo, a través de un monitoreo constante de cómo nuestros usuarios interactúan con nuestros productos. Tenemos el objetivo de promover un consumo sostenible de los hogares y no buscamos una recomercialización de esos lotes.
Ofrecemos los productos en nuestra tienda, entre un 30% y 90% más económicos de lo que el producto en perfecto estado vale en el mercado regular, y comercializamos solo productos que eventualmente tienen riesgo de destrucción por alguna razón como: baja rotación, corto vencimiento, ediciones obsoletas o alguna falla estética en el empaque. Nosotros somos la última opción que rescata los productos antes que lleguen a ese desafortunado fin.
De cara al consumidor, ¿qué han notado? ¿La gente sigue estando más alerta a los descuentos o también hay una pegada alineada al cuidado del planeta?
La verdad eso es algo que nos hace sentir muy orgullosos de la comunidad peruana. Por supuesto que las variables de nivel de descuento mueven muchísimo la elasticidad del tráfico de la plataforma y la conversión, pero tenemos una óptica transversal a ello. Vemos esto como un negocio para democratizar las sostenibilidad. Hoy no hay porqué pagar más para consumir mejor, ni elegir entre el bolsillo y el planeta. Estamos viendo muchísima conexión con los usuarios por comprar determinados productos para salvarlos del descarte.
Datos
+ 2 millones de productos salvados de ser destruidos en Perú
+ 1,000Tn de carbono equivalente que se le ha ahorrado al planeta
+ ½ millón de usuarios que navegan por la plataforma
2-3 días tiempo de entrega de productos
Socios estratégicos:
Unilever, L’Oreal, Diageo, Bayer, GlaxoSmithKline, Beiersdorf, ABInBev, entre otros.
¿Cuántos productos a nivel global o regional suelen ser destruidos?
Existen diversas fuentes de información, pero se estima que aproximadamente el 10% de todo lo que se produce para consumo masivo en retail corre el riesgo de eventual destrucción. A nivel regional (Sudamérica) lo que llega a ser finalmente destruido representa entre el 2% y 3% de la totalidad. Son números que desde lejos pueden lucir como pequeños, pero en industrias tan grandes, con tanta frecuencia de compra, de tanto volumen, es muchísimo producto y es un problema que se ha vuelto una prioridad para todas las compañías con las que trabajamos.
Sugo nace, sin querer, casi a inicios de la pandemia, ¿cómo les tocó lidiar con esta situación, aunque hemos visto que algunas de las empresas mejor paradas justamente fueron las e-commerce?
Se estima que la penetración de e-commerce en nuestra región se aceleró entre cinco y siete años como consecuencia de la pandemia, teniendo usuarios que se vieron obligados a migrar y cambiar sus comportamientos de consumo. Una situación que nadie hubiera elegido pero que a ciertas industrias les representó mejoras en su crecimiento, nosotros somos una de ellas. Pero debemos destacar que nuestro modelo de negocio ganó una segunda relevancia arriba de ello y tiene que ver con que nuestra ecuación de precio ganó muchísima atención en momentos en el que la crisis sanitaria se tradujo en una crisis económica. En consecuencia, el potencial que Sugo representa para el usuario de maximizar su poder adquisitivo fue todavía más relevante.