Desde que iniciaron sus operaciones en Perú, ¿cómo se ha ido dando la evolución del negocio?
El desarrollo del negocio ha tenido muchos hitos. En el 2012, el gran reto era la penetración de los smartphones y la adopción de medios de pagos electrónicos, pues algunas personas tenían temor de ingresar los datos de su tarjeta de crédito para realizar el pago. Cuando empezamos, no teníamos una alternativa de pago en efectivo y por eso buscamos una solución rápida, enfocándonos en un sector que tuviera una penetración de tarjetas alta como el sector corporativo que paga con transferencias. Esto nos permitió tener presencia rápida en el mercado. Mientras, la competencia invirtió bastante dinero en dar a conocer esta modalidad de taxi por aplicativo e indirectamente catapultó a todas las empresas que brindamos este tipo de servicio. A la par, la penetración de los smartphones fue rapidísima y con ello empezamos a crecer de una manera bastante acelerada con el mercado.
Tal es así que, en los primeros dos años, tuvimos un crecimiento entre 7 y 10 veces en nuestro nivel de ingresos. Inclusive, el tercer año casi bordeamos un crecimiento de 5 veces nuestro valor. Fuera de ello, hay que resaltar que nuestros usuarios tienen una permanencia mucho más alta en la plataforma que el benchmark de la industria. Enfocarnos en el sector corporativo nos dio una fuerte ventaja, pues este cliente tiene un life time value muy importante que nos diferencia en toda la industria.
¿Cuánto representa el corporativo para Cabify?
Perú es un caso excepcional; es el país donde el corporativo tiene más peso. El 50% de nuestra facturación puede, incluso, ser del segmento corporativo. Este peso se ha mantenido en la época de pandemia, sin contar que ha habido un incremento en los privados (personas naturales), dado que la demanda del servicio por parte del corporativo se ha reactivado un poco más lenta.
En los demás países, ¿cuánto representa el corporativo?
Hay países que tienen un 20% corporativo y 80% privado. Luego de Perú, Chile tiene más del 35%, por ejemplo. Sin embargo, hay otros países donde no es así. Fluctúa mucho, pues depende de cómo han sido manejadas las operaciones en el país y cómo se ha desarrollado la adopción de este servicio por el sector corporativo. Nosotros siempre apostamos por el sector corporativo, porque es un espacio que dominamos, donde nos diferenciamos, pero somos conscientes de que el privado (personas naturales) es mucho más rápido, más reactivo e inmediato.
A raíz de la pandemia, muchos negocios se vieron afectados ¿cuáles han sido los principales desafíos que más han impactado al core de Cabify y cómo los han ido resolviendo?
Los principales desafíos se presentaron en el 2020. Nos preguntamos cómo mantenemos un posicionamiento de seguridad vinculada a la disminución tan grande del uso que ya veíamos fuera del país a causa del COVID-19. Resolvimos que lo mejor era implementar las mamparas divisoras que mantienen el aislamiento de bioseguridad e invertimos implementando los EPIS (elementos de seguridad y de protección sanitaria) a toda la flota que estaba operando. Hoy por hoy, el 100% de las flotas que atienden el corporativo tienen las mamparas que separan al pasajero del conductor, le distribuimos alcohol gel, entre otros implementos. Gracias a esta reacción rápida, en Perú fuimos los pioneros en implementar y contar con estos protocolos.
Asimismo, parte de la innovación que hicimos fue incluir, dentro de la app, la posibilidad de que el usuario conductor pudiese reportar si contaba con todos los elementos de seguridad y, de igual manera, que el usuario pasajero pudiera evaluar si se sintió seguro durante su viaje indicando los elementos de seguridad que tenía su driver. Nos enfocamos en volcar el desafío de la pandemia hacia la estrategia de la bioseguridad; esto nos ha permitido seguir posicionándonos como líderes en el mercado en cuanto a seguridad e innovación frente a la seguridad.
En Cabify siempre buscamos la excelencia y en noviembre obtuvimos la certificación de nuestros protocolos de seguridad sanitaria mediante AENOR. Esto no es solo una garantía de que lo que estamos haciendo está bien, sino que al mismo tiempo es un compromiso de mantener estos estándares en el tiempo pues seremos auditados con cierta periodicidad para mantener la certificación obtenida.
Durante el confinamiento extremo (abril 2020), tuvimos una disminución significativa de toda la operación; sin embargo, ahora en febrero de 2021 que tuvimos un confinamiento similar y lo hicimos cinco veces mejor que la primera vez. Aprendimos mucho del primer confinamiento, porque ya teníamos la flota implementada con los elementos de seguridad.
Un desafío significativo también fue identificar nuevas formas de generar ingresos. La economía de bajo contacto ha sido una oportunidad para retomar categorías que habíamos dejado de lado como, por ejemplo, Cabify express, un servicio de transporte de pertenencias con motorizados. Hoy esa categoría está disponible nuevamente ya no solo con motorizados, sino también con automóviles, pues nos dimos cuenta de que el sector corporativo, cuando se abrió el delivery, requería de ese servicio para enviar sus productos, principalmente el sector Retail que requiere de espacios más grandes para sus envíos. Con todo nuestro know how, empezamos a prospectar que tenemos una oportunidad con los clientes corporativos retail subiéndonos a la ola de lo que es el e-commerce, donde tenemos una ventaja muy grande frente a los operadores logísticos tradicionales: La masa crítica de usuarios conductores que tenemos nos pone en una ventaja en el reparto ya que aporta valor en el objetivo de los clientes corporativos de despacho inmediato y ya no programado dentro de una semana o cuatro días.
¿Cómo pueden usar los usuarios corporativos este servicio?
El servicio está dentro de la aplicación. La sección envíos tiene dos palancas: envíos con carro, útil para el usuario que quiera mover un objeto grande, y también los envíos con motorizados, que es lo que más utiliza el privado. Actualmente, estamos innovando y mejorando el producto: ahora se pueden realizar paradas múltiples que te permiten maximizar el recurso. Con una sola moto o carro, puedes programar tres, cuatro o cinco puntos para despacho y entrega. Este servicio les va a servir mucho a los pequeños empresarios y también, por supuesto, a los grandes retailers.