Los bonos verdes son instrumentos financieros de largo plazo destinados a financiar proyectos verdes y/o negocios vinculados a la forestación, energías renovables, eficiencia energética, transporte limpio, infraestructura verde y gestión y tratamiento de recursos hídricos y residuos sólidos, que cumplen con los estándares requeridos por los green bond principles (GBP) o principios de los bonos verdes.
Si bien los GBP son lineamientos voluntarios, son empleados en el mercado debido a que fortalecen la transparencia, la divulgación y promueven la integridad en el desenvolvimiento de los bonos verdes. Los cuatro componentes que debe tener toda emisión verde para estar alineada a los GBP son: (i) el uso de los fondos (se deben describir de manera precisa los alcances y finalidades perseguidas); (ii) el proceso de evaluación y selección de proyectos (estrategia de criterios de elegibilidad para los proyectos financiados); (iii) gestión de fondos (altos estándares de transparencia al mercado); y, (iv) reportes (mantener información actualizada y fácilmente disponible sobre el uso de los fondos, descripción de los proyectos e impacto esperado).
En el caso peruano, en el mes de marzo del año 2018, la Bolsa de Valores de Lima (BVL) en asociación con la Embajada Británica en Lima, MÉXICO2 y A2G, emitió la “Guía de Bonos Verdes para el Perú”, un documento orientativo y alineado con los GBP, que tiene por finalidad generar buenas prácticas en el mercado de valores peruano para las futuras emisiones de bonos verdes. Así, precisa aspectos de los GBP, como el componente de las revisiones externas en la emisión de bonos verdes, que se encuentra referido a que las emisiones deben contar con revisiones externas, que pueden ser segundas opiniones o certificaciones, para reforzar la credibilidad del instrumento.