¿Utilizan nuevas tecnologías en sus operaciones, como la inteligencia artificial, Machine Learning, entre otras?
Estamos convencidos de que, en la economía digital, la data es la moneda corriente. Por eso, el 99% de las decisiones las tomamos basadas en data y el 1% en sensaciones que pueda tener Mária, ella es la única persona que puede fiarse de su feeling.
Pero generalmente nos basamos en data. Utilizamos muchas herramientas digitales, tales como la analítica para hacer un seguimiento a la venta y el comportamiento en las tiendas; inteligencia artificial para, a través de algoritmos, identificar al mejor talento, simplificar el proceso de contratación o hacer fit cultural con nuestros colaboradores; y también utilizamos herramientas para predecir la demanda a través de Machine Learning y mapas de calor.
Además, por tercer año consecutivo estamos trabajando proyectos de transformación con el MIT. También contamos con una plataforma de omnicanalidad donde está conectada toda nuestra interacción digital, que comprende más de 20 mil conversaciones al mes provenientes de canales como Whatsapp, inbox, y llamadas telefónicas de las casi 100 mil transacciones mensuales que generamos.
Y todo esto es posible gracias a un gran equipo conformado por científicos de datos, analistas de negocios, especialistas en Business Intelligence, e-commerce, Scrum Master, entre otros.
En los últimos años, ¿han notado que las preferencias, formas de consumo o comportamientos del consumidor han variado?
Nosotros siempre hemos tenido puntos de referencia en mercados más desarrollados, y hemos venido evaluando cómo el consumidor en estos mercados estaba adquiriendo el producto. Más que preocuparnos por el que estaban comprando, nos preocupábamos por el cómo lo compraban.
Nos dimos cuenta de que las plataformas de delivery estaban ocupando un espacio muy importante, cada vez más se estaba simplificando el proceso de compra, elevando el convenience. Así que desde 2017, empezamos con una plataforma de delivery que se llama ‘Dilo’. En ese momento, el 67% de las transacciones se generaban en la tienda y un 33% fuera de la tienda. Sin embargo, hoy solo el 15% de las transacciones se consumen en la tienda, y el 85% fuera de tienda, ya sea a través de delivery o con órdenes para llevar. De hecho, solo delivery ocupa el 45%, una suma bastante fuerte.
Vimos venir esta tendencia y nos preparamos para ello. Apalancándonos de las plataformas de delivery, con tiendas mucho más eficientes enfocadas en ese comportamiento más express, to go. El consumidor quiere el producto “ahora y aquí”.
Asimismo, cuando observamos el espectro competitivo, vimos que existían las marcas tradicionales de pastelería con grandes salones, marcas con mucha historia y tradición; y en el otro extremo las pequeñas pastelerías que contaban con un solo local. Los primeros servían a un público bastante mayor y los segundos estaban dirigidos más a un público centennial y millennial con productos fancy.
En el medio, había un gran grupo de personas entre 35 a 55 años prácticamente desatendidas, y a ese público apuntamos. Poco a poco hemos conseguido público de otras generaciones también, y nuestra cobertura, por lo tanto, también se expandió. Hoy tenemos 252 km² de Lima cubiertos de manera digital. Donde estés, puedes comprar Mária Almenara desde el móvil.
¿Cuáles son los planes para el futuro de Mária Almenara?
Nuestro sueño es convertirnos en una marca global. Actualmente estamos enfocados en lograr presencia en 10 mercados de América para el 2025, incluyendo el Perú y Estados Unidos. Hay una oportunidad interesante en estos mercados, pues la marca es cada vez más conocida por personas que han venido a vivir o están de paso en Lima y después, cuando vuelven a sus países, se dan cuenta de que no hay una propuesta como la de Mária Almenara allá.
Queremos salir a otros mercados, pero no como franquicia sino como una propiedad corporativa internacional. Eventualmente buscaremos socios locales que tengan experiencia en su mercado, porque siempre se requiere un poquito del sabor local.
Asimismo, buscamos apalancarnos en la red global Endeavor, una organización global que apoya emprendimientos y de la cual formamos parte desde 2019. Creemos que puede ser un apoyo importante en este camino.