La recaudación de impuestos tiene mayor relevancia con la pandemia, pues asegura la provisión de servicios públicos como el de la salud
Conforme a los principios básicos del Derecho Financiero, los tributos en general (impuestos, contribuciones y tasas) siempre han sido ingresos “derivados” del Estado, en la medida que se trata de ingresos diferentes a los originados por el Estado con sus propios recursos. Aquéllos siempre han tenido como la finalidad de poder satisfacer “necesidades públicas” básicas mediante la provisión de “servicios públicos”, los cuales son financiados por “ingresos públicos” (tributos) para solventar dichos gastos.
Toda esta ecuación que parece una dinámica natural y básica para explicar la Actividad Financiera del Estado no es una cuestión que se pueda replicar en todos los países del mundo. En efecto, en el caso de países donde los ingresos originarios no reflejan un ingreso importante (como lo son los países subdesarrollados o en vías de desarrollo), los ingresos derivados -léanse impuestos- cobran una importancia mucho mayor que en países desarrollados, donde los ingresos de los estados no se basan únicamente en los tributos recaudados, siendo de hecho importantes y más aún en épocas actuales, pero lo cierto es que no son los únicos.
Es importante describir esta serie de conceptos para tener una idea más clara de la necesidad del Estado de financiarse; lo cual nos lleva a enfocarnos en el tema principal que nos convoca en este artículo, cual es la necesidad de contar con los ingresos necesarios para el mantenimiento del aparato estatal, y en el caso del Perú, dicha situación se traduce en que tales ingresos básicamente provienen de los tributos para poder soportar dicho mantenimiento.
De esta manera, si los impuestos son el eje central respecto de la actividad financiera del Estado de manera clásica, la importancia que recobra la recaudación en una época de pandemia causada por la COVID-19 resulta pues, mucho mayor y preponderante, especialmente si se trata de un país como el Perú.
Y esto es una realidad que no podemos deslindar u obviar, es decir, sin una recaudación constante y suficiente, la actividad del Estado puede verse menoscabada y perjudicar todo el devenir del Estado en cuanto a la provisión de servicios públicos, incluyendo los de salud que hoy en día devienen en los más importantes y necesarios.
Por tal motivo, los tributos en general son el eje fundamental para la economía en estas épocas de pandemia, pero su importancia no deriva de la mera o sola recaudación mayor que pudiera tenerse sino también en la posibilidad que el Estado dicte medidas que ayuden a poder ser competitivos y además mantenerse en una época en la cual, muchos negocios han estado a punto de cerrar, pero que la política tributaria ha ayudado tal como lo vamos a ver a continuación, donde trato de destacar tres ideas fundamentales.