Vivimos en la era de la transformación, donde la característica principal de la firma es estar conectada, ya sea a datos, interfaces, personas o experiencias.
Las organizaciones continúan invirtiendo fuertemente en nuevas tecnologías para aprovechar esta conectividad y muchas ahora aprovechan la transformación digital a gran escala para evolucionar radicalmente los modelos tradicionales de negocios.
Esto se puede ver en todo un mundo que está cada vez más conectado por los datos y a través de nuevas tecnologías. Ejemplos de ello son el aumento de los medios de comunicación bajo demanda, la automatización cada vez más generalizada, la inteligencia artificial e incluso la tecnología de drones.
Dentro del mundo corporativo, esta transformación ha creado un cambio fundamental en muchas empresas que tradicionalmente no se percibían como empresas digitales. Estas organizaciones, sin embargo, entienden que su transformación digital es un cambio cultural significativo e imperativo que impulsa el valor. Saben que necesitan ser los agentes de disrupción en lugar de esperar al cambio y están priorizando las inversiones en nuevos sistemas y tecnología de análisis de datos para comprender mejor su negocio y las necesidades de los mercados a los que sirven.
Y, aunque no sea parte de la organización, ¿quién está mejor posicionado para observar este cambio que el auditor? Los auditores están en primera línea de esta transformación a gran escala y se ven directamente afectados por la evolución de los entornos operativos, la disrupción del ciclo empresarial, los cambios en los modelos organizativos y la digitalización general de los procesos.
La transformación digital de la auditoría
A medida que la digitalización de las empresas genera más y más datos, los roles de los profesionales de auditoría deben evolucionar. Este creciente volumen de información debe utilizarse de manera efectiva para realizar auditorías de alta calidad y que permita a los auditores poner mayor énfasis en la identificación de riesgos y la visión comercial. El gran volumen y el potencial sin explotar de los datos generados por las nuevas tecnologías impulsa la necesidad de la continua digitalización de la auditoría.
Al igual que las organizaciones corporativas, las firmas de auditoría necesitan abordar cómo la transformación alterará su enfoque para hacer negocios. Por ejemplo:
- ¿Podría desarrollarse una plataforma tecnológica para conectar grandes equipos de auditoría en diferentes lugares entre sí y con las empresas auditadas?
- ¿Cómo podría el potencial de una auditoría digital conectada realizarse a través de la centralización, estandarización y automatización?
- ¿Cómo se puede integrar el análisis de datos en la auditoría?
- ¿Cómo podrían los auditores impulsar valor a las empresas auditadas a través de la innovación?
Estas son preguntas que los auditores de EY reflexionaron en el desarrollo de la Auditoría Digital EY, la primera auditoría conectada basada en datos.
Al aprovechar la conectividad y el conocimiento mejorado por la tecnología, se proporciona a las partes interesadas una mayor confianza en la información financiera de las empresas auditadas. Los equipos de gestión y finanzas de la empresa pueden experimentar una auditoría más eficaz, y los comités de auditoría pueden beneficiarse de un mayor conocimiento del riesgo y de nuevas perspectivas.
Más que una transformación en la tecnología, también es una transformación en la forma en que los auditores hacen su trabajo. Mejora la conectividad, utiliza la automatización para ayudarlos a aumentar el tiempo enfocado en áreas que requieren juicio y los ayuda a mejorar la comprensión y el análisis.
La auditoría digital ya no es una aspiración, es una realidad. También está en el corazón del propósito del EY de Construir un mejor mundo de negocios inspirando confianza y seguridad para ayudar a trabajar a un mundo complejo.
