Por qué las vías de transición son fundamentales para el éxito del cero neto

La relación inmutable entre la agricultura y la naturaleza hace que esta industria sea muy consciente de la necesidad de transición. No obstante, la agricultura es un sector muy variado y fragmentado, con un grado excepcional de gestión por parte de los propietarios que a menudo se extiende a varias generaciones. Esto, junto con la dependencia de la geografía y los recursos locales, significa que las iniciativas de transición son variadas, complejas y únicas – al igual que sus necesidades de financiación.

Contexto

Algunas de las características más destacadas de la industria agrícola son:

• Actividades fragmentadas, relativamente a pequeña escala, con grandes variaciones en el uso de la tierra – cultivos, frutas, ganado, biocombustibles, energías renovables, etc.
• Alto grado de intervención del gobierno a través de iniciativas de políticas, subsidios y aranceles.
• Disrupción geopolítica que va desde el Brexit hasta la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania.
• Control limitado de los precios de los insumos (debido a factores globales) y de los precios de la producción (debido al poder de los mayoristas y supermercados).

Tendencias actuales

El sector está experimentando varias tendencias clave a la hora de afrontar el cambio climático y otros riesgos medioambientales, que incluyen:

• El aumento del compromiso entre los gobiernos y los organismos de la industria, ya que los agricultores y los políticos identifican estrategias para aumentar la seguridad alimentaria y al mismo tiempo salvaguardar el medioambiente
• La creciente regulación de las técnicas e insumos agrícolas, como los fertilizantes químicos
• Aumento de la presión de los supermercados y otros integrantes de la cadena de suministros para que desarrollen productos más ecológicos, respaldados por una mayor due diligence.
• El creciente deseo de los agricultores de hablar con una sola voz sobre cuestiones medioambientales, coordinarse más eficazmente y compartir ideas e innovaciones en materia de sostenibilidad.
• Aceleración de los cambios en la dieta de los consumidores debido a opciones como el veganismo y el deseo de reducir la huella de carbono.

Iniciativas de transición

Para reducir sus emisiones y limitar otros riesgos medioambientales, las explotaciones agrícolas suelen tener que llevar a cabo múltiples iniciativas. Algunas de las más comunes son:

• Reducir la huella medioambiental de insumos como los fertilizantes químicos.
• Combinación de cultivos herbáceos con árboles y otras plantas. Esta combinación crea un ecosistema que mejora la sostenibilidad del sistema agrícola.
• Mejora la conservación del suelo mediante mejores técnicas. En última instancia, esto aumenta el rendimiento de los cultivos y permite utilizar menos fertilizantes, evitando o reduciendo las emisiones de carbono
• Vender créditos de carbono a terceros para compensar sus emisiones. La mayoría de las veces se crean a través de prácticas agrícolas o forestales, aunque puede acreditarse casi cualquier proyecto que reduzca, evite, destruya o capture emisiones
• Actualizar los equipos invirtiendo en vehículos eléctricos o maquinaria más eficiente.
• Utilizar tecnologías inteligentes como la automatización o Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) para aumentar la productividad y la eficiencia — por ejemplo, mediante un mejor muestreo del suelo o datos meteorológicos en tiempo real.
• Descarbonización de las entregas futuras en colaboración con los clientes
  
• Mejorar los informes de los clientes — por ejemplo, utilizando nuevas herramientas online para capturar, asignar y notificar los datos de las emisiones

Desafíos y soluciones de financiación

La fragmentación de las iniciativas de transición en la agricultura crea un amplio abanico de necesidades, desafíos y soluciones de financiación.

Dos áreas obvias de necesidad son la financiación de activos para nuevos vehículos y maquinaria, así como la financiación de proyectos para inversiones como la generación de energía renovable. Sin embargo, muchas explotaciones agrícolas operan a menor escala que las grandes empresas con las que las instituciones financieras están acostumbradas a trabajar. La oferta financiera convencional para las pequeñas y medianas empresas (PYME) tampoco suele ser adecuada para la agricultura. Otras complicaciones pueden ser la sostenibilidad de los convenios, la adquisición de datos de suscripción fiables y la valoración de los terrenos y otras garantías.

Aunque algunas empresas financieras tienen experiencia en agricultura, hay una clara oportunidad para que más organizaciones desarrollen productos y servicios centrados en este sector. Esto podría incluir la posibilidad de que las instituciones con relaciones a lo largo de la cadena de suministros utilicen su posición como plataforma para unificar estándares, haciendo que la financiación sea más eficiente y asequible, y mejorando los estándares de información "de la granja a la mesa". Los agricultores – especialmente los pequeños – también pueden recibir formación sobre aspectos agrícolas para aumentar el rendimiento de los cultivos y alcanzar también prácticas de sostenibilidad adecuadas.

El sector está dominado por empresas multinacionales y productos globales, pero los actores más pequeños y las variaciones locales también son importantes. La marca es clave, ya que las empresas están presionadas por los consumidores para que reduzcan las emisiones y la contaminación. Los objetivos de la transición van desde la mejora de las fábricas y las flotas de distribución hasta desafíos más complejos, como el desarrollo de nuevas formas ecológicas de envases flexibles.

Contexto

Algunas de las características más destacadas de la industria de bienes de consumo son:

• Vulnerabilidad al sentimiento de los consumidores, dados los altos niveles de sustitución y el fuerte vínculo entre las opiniones personales y las decisiones de compra.
• Una mezcla de productos estandarizados disponibles en todo el mundo, y otros adaptados a la demanda y las preferencias locales.
• Márgenes de beneficio estrechos, lo que significa que conseguir escala es crucial para el suministro, la manufactura y la distribución.
• Importancia vital de la marca, siendo el envase un elemento crucial junto con los propios productos, su precio y su disponibilidad.

Tendencias actuales

El sector experimenta varias tendencias en su intento de hacer frente al cambio climático y a otros riesgos medioambientales, que incluyen:

• Los consumidores de todo el mundo están cada vez más dispuestos a modificar sus decisiones de compra por motivos medioambientales y otras cuestiones de sostenibilidad. No obstante, esto varía enormemente entre las distintas generaciones, regiones geográficas y los mercados locales.
• Las crecientes expectativas de la opinión pública de que las empresas de bienes de consumo (y los grandes minoristas) tomen la iniciativa de admitir y abordar de forma proactiva los fallos históricos en materia de medioambiente.
• La creciente preocupación de los consumidores por la contaminación plástica que pronto hará inaceptables los envases no reciclables o no biodegradables. El mayor desafío es el plástico flexible, que es más difícil de reciclar que otras categorías debido a sus múltiples capas, su flexibilidad y sus altos niveles de contaminación.
• La creciente vulnerabilidad a las acusaciones de lavado verde, con los consiguientes riesgos para la reputación y la marca.
• Mayor disposición de los gobiernos y organismos públicos para regular los envases de bienes de consumo mediante prohibiciones, impuestos y otros incentivos.

Iniciativas de transición

Algunas de las iniciativas más comunes que llevan a cabo las compañías de bienes de consumo para reducir los riesgos medioambientales son:

• Mejorar la huella de carbono de los insumos en colaboración con los proveedores, incluidos los productos animales y vegetales, los productos químicos y los materiales sintéticos.
• Mejorar la eficiencia y el perfil medioambiental de los procesos de manufactura.
• Reducción de la huella de carbono en las entregas a los minoristas en colaboración con los distribuidores.
• Comprometerse a reducir el uso de plástico, aumentar la reutilización y el reciclaje e innovar en los envases, por ejemplo, utilizando más materiales biodegradables.

Desafíos y soluciones de financiación

Algunas de las necesidades de financiación de la industria son relativamente sencillas, como la necesidad de financiar la construcción o el arrendamiento de nuevas instalaciones de manufactura más limpias y eficientes.

Otras necesidades de financiación son más complejas, pero ofrecen la posibilidad de que las instituciones financieras aprovechen las relaciones existentes en la cadena de valor – financiando y asegurando soluciones de transporte más ecológicas en colaboración con proveedores, distribuidores y minoristas, por ejemplo.

Un tercer ámbito – la financiación de la transición de los envases hacia una base más sostenible – es mucho más difícil. En parte, esto se debe a la naturaleza costosa y no probada de las nuevas tecnologías, como el reciclaje químico y los envases de origen biológico. Esto, junto con la necesidad de cumplir los requisitos normativos locales, hace que sea difícil elegir un área para invertir a gran escala.

La financiación de los envases innovadores también se ve dificultada por la necesidad de desarrollar sistemas de reciclaje de circuito cerrado y la importancia de la voluntad de los consumidores de asumir la responsabilidad de la eliminación de los residuos. Es probable que la resolución de estos problemas de financiación requiera asociaciones complejas e innovadoras en las que participen organizaciones sin ánimo de lucro, gobiernos, universidades, consumidores, reguladores y competidores.