De igual manera, los “implantes inteligentes” de hoy en día se convertirán en un solo nodo en un ecosistema digital entregando cuidados postoperatorios. Si bien los pacientes de hoy son dados de alta a domicilio para manejar su propia recuperación y autocuidado con una orientación o contacto limitados, el paciente en un futuro cercano accederá al coaching domiciliario a través de asistentes personales digitales. Vinculado a los datos de su implante inteligente, lo que ayudará a optimizar el programa de coaching, el paciente experimentará un camino guiado y acelerado a través de la rehabilitación. Más adelante, el paciente postoperatorio en el IHE recibirá un manejo aún más personalizado y efectivo. Un digital twin simulado construido a partir de datos enriquecidos del implante y el entorno del hogar inteligente permitirá sesiones de fisio personalizadas e interactivas modeladas en torno a las necesidades individuales del paciente.
En lugar de que la atención se dispense en establecimientos físicos que el paciente visita solo esporádicamente, podemos prever al final del viaje a través de la atención digitalizada y conectada al IHE un mundo donde la gestión de la salud se ha convertido efectivamente en ambiente, tecnología que rodea al paciente en una nube de atención móvil que se optimiza constantemente para obtener mejores resultados. Donde hoy tenemos algunas adiciones de telesalud digital a nuestros sistemas heredados, el futuro verá la mayor presencia de hospitales virtuales que ofrecen soporte integral especializado, remoto pero altamente personalizado e incluso predictivo. A medida que evolucione el IHE, iremos más allá y veremos el surgimiento de la atención remota especializada a gran escala, donde los ingenieros médicos manejan de manera efectiva un gran número de pacientes a distancia a través de datos y tecnología.
Este nuevo enfoque de la atención brindará los resultados que cada actor busca. Los proveedores tendrán la información y las herramientas para brindar atención de manera mucho más efectiva de lo que se puede lograr hoy en día. Los pagadores y formuladores de políticas estarán invirtiendo sus recursos en cuidados que realmente funcionen. Una atención más inteligente ahorrará a los pacientes la necesidad de largas y costosas visitas al hospital, mantendrá el bienestar y la productividad de la población y permitirá a los responsables políticos ver la atención médica (que hoy en día podría describirse con mayor precisión como “atención por enfermedad”) no solo como una carga financiera sino como un activo público para la sociedad. Las organizaciones que habiliten estos nuevos enfoques de atención más efectivos también serán debidamente valoradas por los beneficios que hayan entregado. El reembolso diferencial dentro del sistema VBC recompensará y mantendrá la innovación.
La más adecuada experiencia sanitaria personalizada que ofrecerá la IHE no es un lujo, sino una necesidad
VBC racionalizará los modelos operativos e introducirá tanto la eficiencia como la eficacia a través de la capacidad de personalizar los tratamientos. En la actualidad gran parte del gasto en salud está mal dirigido y desperdiciado porque tenemos muy pocos datos para predecir qué intervenciones ayudarán a qué pacientes. Por sobre todo, este avance hacia el IHE transformará para mejor la experiencia y los resultados individuales del paciente. La personalización de la atención no es un lujo sino un paso esencial para ampliar el acceso y la equidad en salud.
La industria y sus stakeholders han subestimado durante demasiado tiempo lo importante que es la calidad de la experiencia de salud para los pacientes. En otras industrias, los líderes del mercado han demostrado la importancia de la conveniencia, la elección, las transacciones sin fisuras, la transparencia y la personalización para brindar una mejor experiencia de usuario. El cuidado de la salud ha tardado en aprender estas lecciones; pero a medida que nuestros sistemas de atención se vuelven más digitalizados, conectados e inteligentes, mejorar la experiencia de salud se convertirá en una preocupación clave. En el pasado la experiencia subjetiva del individuo ha sido vista como una preocupación marginal, siendo los resultados clínicos el foco. Sin embargo, la experiencia es fundamental para ofrecer mejores resultados: los pacientes comprometidos y empoderados no son simplemente más felices, sino también más saludables.
El IHE ofrece un futuro de atención médica que puede satisfacer las necesidades de la industria, sus stakeholders y los pacientes a los que atienden colectivamente. Las tecnologías para darse cuenta de esa visión están aquí ahora. Las organizaciones que puedan darse cuenta de los efectos a largo plazo de estas tecnologías para cambiar exponencialmente la forma en que brindamos atención médica serán las líderes en esta nueva era. Asegurarán su posición en el corazón del ecosistema emergente que brindará atención médica apta para el futuro.