Alejandro Barboni nació en Montevideo, tiene 56 años y se recibió de Contador Público en la Universidad de la República, institución en la que luego fue docente durante 10 años. Hoy dirige la oficina local de Ernst & Young (EY), una de las «Big Four» de servicios profesionales, y es docente de grado y del Máster de Contabilidad Técnica Tributaria en la Universidad de Montevideo.
Es padre de Agustín y Julieta, y en sus tiempos libres disfruta de hacer ciclismo, un deporte que ve «bastante cercano» a su trabajo, «porque vas en pelotón y todos tienen que ir más o menos parejito y trabajando. La tenacidad y el sacrificio van de la mano».
En un sector como el de servicios profesionales, que cada día presenta más demandas y desafíos de los clientes ante la evolución de los negocios, la formación es clave, sostiene, y Uruguay está preparado porque tiene grandes talentos. Pero hoy «con el grado no alcanza, hay que seguir buscando el posgrado o máster», indicó.
Trabaja en la firma hace más de 30 años, pero en 2017 cambió su rol, y del área de Auditoría pasó a ser country managing partner. ¿Qué cambios vio en el negocio desde que ocupa esta posición en la empresa?
Ha cambiado bastante el mercado, los clientes y los servicios. En la agenda actual de los clientes hay tres grandes temas que se destacan, que en aquel momento (2017) algunos estaban pero eran muy incipientes. Se está hablando mucho de sustentabilidad, inteligencia artificial (IA) y ciberseguridad. Son los temas que están en la agenda de los clientes, y nosotros como prestadores de servicios los apoyamos.
¿Esas nuevas demandas llevan a cambiar la estrategia de trabajo de la compañía?
Sí, claro. Tenemos que tener equipos que sepan de los temas, multidisciplinarios y que puedan cubrir esas necesidades. En sustentabilidad, los países están haciendo muchas regulaciones que mueven a las empresas a tener que acomodar sus negocios, por lo cual necesitan apoyo para ir adaptándose e ir cumpliendo con esas normativas. Las empresas están invirtiendo muchísimo en ese tipo de asuntos. Respecto a la ciberseguridad y privacidad de datos, tenemos especialistas que atienden ese tipo de riesgos y ayudan a planificar y a que las empresas puedan tener mitigadas esas amenazas. Ese es un punto cada vez más novedoso, hay vulnerabilidades y hay que tratar de prevenir. Y por otro lado, la inteligencia artificial (IA) es un tema muchísimo más amplio. Cada empresa trata de desarrollarse, e incluso tomar decisiones en la forma de prestar los servicios, utilizando inteligencia artificial. A partir de ahí las capacidades que tienen las empresas tienen que ir migrando y adaptándose a todos esos cambios.
¿Cómo se conforma el negocio de la empresa en Uruguay?
Tenemos cuatro líneas de trabajo: auditoría, impuestos, consultoría y transacciones. Estamos presentes en esas líneas y también en apoyo interno, que yo llamo core business service, que es lo que nos da el soporte interno, desde secretaría hasta administración. Cada línea tiene servicios y especializaciones y tenemos un equipo formado por contadores, economistas, ingenieros y otras personas con profesiones particulares. Y si es necesario algún profesional distinto, como ingenieros en sistemas, también se puede contratar.
¿De qué manera se dividen cada una de esas áreas de negocio en porcentajes de facturación?
Auditoría es más o menos un 48% o 50%, impuestos cerca de un 40% y consultoría y transacciones es el 10% restante.
¿Cuáles fueron los resultados de la compañía al cierre del año 2023?
Siempre tenemos crecimiento, aproximadamente de dos dígitos, con lo cual siempre hay exigencias de seguir creciendo y brindando oportunidades. Si no crecemos no podemos brindar oportunidades. Al desarrollo siempre lo tenemos en la mira. El año pasado incorporamos dos socios. Somos ocho socios en la firma en la que trabajamos algo más de 200 personas. Y siempre se apunta a seguir creciendo. Los presupuestos año a año van en crecimiento, es exigente.
¿Cómo evalúa el nivel de competencia de las empresas prestadoras de servicios profesionales en Uruguay?
Creo que todas apuntan a cubrir estos temas (mencionados antes) porque es lo que precisan los clientes. Ahí (el mejor) es quien tiene las mejores herramientas para prestar servicios de calidad en tiempo y forma y con costos accesibles.
Además de las «Big Four» (EY, KPMG, Deloitte y PwC), también hay firmas locales dentro del rubro, ¿cómo las ve?
Sí. Yo diría que en varios de esos temas las empresas locales están un poco más atrás. Las «Big Four» tenemos la ventaja de tener un respaldo internacional importante, y hay inversiones que ya se vienen haciendo desde hace bastante tiempo en estas materias. El otro tema que tenemos, en el caso concreto de Uruguay, es el apoyo de la región, porque se hace difícil tener a todos los especialistas en un país. Por razones de eficiencia los especialistas están en mercados más grandes como Brasil, México, Colombia, Perú, Argentina o Chile, y nos dan soporte.
¿Qué diferencia a EY de otros competidores en el mercado?
Tenemos hace bastante tiempo un servicio personalizado, y acompañamos al cliente en todos los procesos necesarios conociendo esa agenda. Es importantísimo conocer cuáles son esos temas de preocupación.
Usted se ha desarrollado en Auditoría, ¿qué ventajas le dio esa formación para su rol actual en la empresa?
Hice toda mi carrera en el área de Auditoría. Arranqué en el año 1990 y todo ha evolucionado a pasos agigantados. Empezamos trabajando con lápiz y papel y ahora aplicamos inteligencia artificial y auditoría digital para la decisión de los trabajos. Trabajamos buscando eficiencia y trabajos de mayor calidad. Se ha ido desarrollando todo, y eso te permite mejorar en un montón de aspectos, más allá de recorrer empresas de distinto tamaño e industrias, profesionalmente te hace crecer y estar siempre a la vanguardia. Un tema fuertísimo que tenemos son las capacitaciones anuales, porque tenemos que estar informados de lo que está pasando y actualizados con la normativa de las áreas de Auditoría y Contable.
¿Cómo está actualmente el área de tecnología en la empresa?
Estamos con los estándares más altos. En lo que refiere a computadoras personales y lo que tiene que ver con el área de infraestructura interna diría que estamos a nivel de primer mundo.
¿De qué manera está impactando la tecnología en el rubro de los servicios profesionales?
Todas las empresas están preocupadas de tener tecnología de punta y buscar eficiencias. Por el lado de la inteligencia artificial tenés que tener buena tecnología para poder ser pioneros en la materia.
EY tiene su propia plataforma de IA, ¿cómo funciona?
Sí, tenemos una plataforma de inteligencia artificial, es algo parecido a lo que existe en la web pero interno. Funciona con todos los cuidados en cuanto a privacidad y utilización de datos. Es bastante incipiente, no la estamos usando para brindar servicios sino que estamos en un período de prueba. Hay un montón de herramientas bastante novedosas y que ahorran tiempo. Por ejemplo, uno le puede poner un documento y cuando se quiere buscar palabras claves la herramienta te da toda la información que buscás respecto a eso; analiza el documento y lo puede comparar con otro. Algo voluminoso que de repente te lleva mucho tiempo leer, ahora podés avanzar más rápido procesando la información de esa forma.
¿Qué cambio tecnológico destaca a lo largo de su carrera?
El estar haciendo una auditoría de manera digital, digital audit. Uno toma la información de la empresa directamente desde la plataforma con la que esta opera. Antes se trabajaba más con muestreo, que también se hace hoy, pero ahora se apunta mucho más a donde están los riesgos. Al tener toda la información y poder procesarla mediante esas herramientas, nos permite hacer una auditoría mucho más eficiente.
Con la IA desplegándose, y sumando cada vez con más funciones y capacidades, ¿qué lugar le queda a la figura del consultor? ¿Cómo se imagina el trabajo en servicios profesionales de cara a los próximos años?
El lugar está en lo que tiene que ver con ponerle un poco de razonamiento, de pienso al trabajo que se hace. No se necesita tanto analizar los documentos, sino poder identificar dónde están los temas. Si bien las máquinas van a ser el soporte, vamos a precisar de los humanos para poder operarlas.
¿Cómo analiza el nivel de fusiones y adquisiciones en el último año en Uruguay?, ¿qué perspectivas tiene para 2024?
Ha estado bastante movido, hubo varias adquisiciones. Y pienso que va a seguir existiendo un buen mercado, creo que se va a seguir desarrollando. Se sigue invirtiendo, hay empresas que por estrategia están adquiriendo a otras, y se está moviendo bastante.
¿Cómo visualiza el clima de negocios en Uruguay?
Creo que es bueno o muy bueno, ha ido mejorando. Han venido muchas inversiones importantes. Los temas económicos de Argentina, a nivel de seguridad, etcétera, han jugado. Hay muchos CEO de empresas argentinas que están instalados en el país y desde acá manejan los negocios. Han instalado también sus empresas en Uruguay.
¿Cree que se necesitan más incentivos para que lleguen inversiones?
Puede ser que se precisen más. Si hay más incentivos evidentemente van a venir más empresas. Igualmente hay incentivos importantes ahora, desde el punto de vista del gobierno, para que las empresas se instalen en el país.
¿Le parece que el gobierno debería ayudar más al empresariado?
Creo que ha apoyado bastante en los últimos tiempos, y mientras el empresariado más se sienta apoyado, (mejor). Hay varios temas a tener en cuenta, uno es la estabilidad. La estabilidad ya está, lo que es la estabilidad económica, y un poco eso de que no importa el color del partido que esté en el gobierno sino que siga apoyando y manteniendo determinada estructura. Desde ese punto de vista creo que está bien y no es necesario hacer demasiado.
¿Cuánto cambian las demandas de los clientes con la llegada de competidores desde el exterior?
Las demandas son más o menos las mismas, lo que sí hay es más cantidad.
¿Y surgen más oportunidades también?
Si, hay más oportunidades. Hay más oportunidades para la gente en general, para los profesionales, para generar puestos de trabajo, y hay más oportunidades para quienes brindamos servicios profesionales.
¿En cuántos países trabaja la firma actualmente?
En cerca de 150 países.
¿En todas las locaciones se mantiene la misma cultura de trabajo?
Si, exactamente, esa es la idea. La cultura es la misma, y la calidad del trabajo es la misma en todos lados.
¿Cómo se hace para mantener esa armonía entre equipos de diferentes países?
En las distintas líneas hay controles de calidad, equipos que están permanentemente revisando distintas temáticas que implican desde la calidad de los trabajos hasta temas de independencia por ejemplo de los profesionales, o todo lo que tiene que ver con aceptar clientes. La firma de por sí se enfoca en tratar de tener o relacionarse con los clientes que son significativos o que no tienen mala reputación. No le interesa asociarse o brindar servicios a empresas que no son de las que nuestra firma profesional quiere. Hay un análisis bastante importante ahí para aceptar un cliente. Eso es cada vez más riguroso.
¿Qué fortalezas ve en los profesionales uruguayos?
Yo diría que en cuanto a fortalezas, la formación que tenemos en las universidades es bastante buena. Más allá de que la oferta universitaria ha cambiado respecto a lo que había. Hoy el (título de) grado no alcanza, hay que seguir buscando un posgrado o máster. Pero en definitiva creo que el capital humano de Uruguay es muy bueno, con lo cual desde ese punto de vista es una fortaleza frente a otros países. Nosotros tenemos apoyos en la formación posterior, tenemos determinados planes que apoyan a la gente en cuanto a flexibilidad horaria, en cuanto a apoyo económico para que hagan posgrados y especializaciones. El manejo del inglés juega bastante, el país es consciente de que el idioma es importante, y ahí estamos con ventajas sobre otros países de Latinoamérica. A nivel regional lo que nos da fortaleza también es la movilidad. Hay intercambio de personal dentro de la misma firma entre países, lo que permite ir a trabajar a mercados más grandes, la movilidad es importante para que los profesionales puedan seguir desarrollándose. Como amenaza diría que se necesitan más profesionales en algunas áreas.
¿En cuáles?
Por ejemplo ingenieros en sistemas tecnológicos. En esas áreas se precisan más profesionales. El país es bastante exportador de ese tipo de servicios. Se van talentos para afuera y salen pocas personas de la universidad. Hay una demanda importante. Se han instalado en el país bastantes hubs regionales, empresas que demandan muchos profesionales. Eso está bueno evidentemente para el crecimiento, pero también implica que salga más gente formada de las universidades. El mercado no es muy grande, ese es el problema que tenemos.
¿Qué planes tiene la empresa para el futuro?
A futuro lo que tenemos como misión y visión es seguir apuntando a la calidad en los trabajos y seguir permitiendo que nuestra gente crezca, desarrollar el capital humano. Evidentemente eso tiene que estar sustentado por un crecimiento económico en cuanto a facturación, de forma tal de permitir ese crecimiento. En tecnologías, o el uso de herramientas, ahí estamos aplicando todo lo que está pasando en Europa o EE.UU. Al otro día que salió algo ya baja y está acá para utilizarse. Habrá que terminar de capacitar a esas personas o ver cómo se utilizan esas herramientas, pero en definitiva se apunta a eso.
¿Están muy atentos a esas tendencias y a mirar qué se utiliza afuera?
Yo diría que no es mirar, sino que ya bajan solas. No precisamos demasiado. La firma está muy enfocada en todos esos temas y está muy pendiente de que en todos los países se utilicen las mismas herramientas tecnológicas. Evidentemente hay cosas muy particulares que las utilizan determinados equipos, pero podemos interiorizarnos de cómo se utiliza la herramienta.