A la luz de los resultados de este año, podemos destacar algunas conclusiones de interés, como el hecho de que tanto docentes como familias creen que es preciso un sistema educativo más exigente en el que se reconozca más y mejor la figura del docente. Además, el sondeo nos indica que el docente se siente poco valorado, a pesar de que las familias sí reconocen su labor y creen que deberían cobrar más. También se aprecia un consenso sobre la idea de que la escuela ya es digital, pero no lo suficiente y es preciso hacer un esfuerzo sobre la necesidad de llegar a un pacto de Estado transversal para impulsar la educación al margen de postulados partidistas.
Respecto al apartado del Barómetro centrado en el impacto de la pandemia, incluido de forma extraordinaria en esta primera edición, familias y profesores consideran que el sistema educativo español ha sido resiliente y ha superado el reto con nota.
El papel del profesor en la educación española: Visión general 2021
En cuanto a los principales resultados del Barómetro, llaman la atención cuestiones como el hecho de que los docentes valoren el sistema educativo peor que las familias y que la mitad de los maestros crean que la educación ha empeorado en los últimos años. De hecho, el 50% de los profesores cree que el sistema educativo ha empeorado en los últimos 10 años, lo cual supone una llamada de atención sobre la necesidad de actuar y repensar el sistema entre todos.
En esta línea, se considera que el principal problema al que hay que hacer frente es la tendencia a ofrecer una educación cada vez menos exigente, algo que sostienen el 47% de los docentes y el 34% de las familias. Otro problema muy relevante para ambos colectivos es la pérdida de autoridad del profesor, que señalan el 45% de los docentes y el 30% de las familias.
De cara a mejorar el sistema educativo, cabe destacar que para los docentes es clave incentivar el pensamiento crítico y la educación emocional, por encima de materias como la educación financiera o la robótica.
Uno de los asuntos relevantes es la figura del docente, donde llama la atención que las familias tienen una opinión más positiva sobre maestros y profesores que ellos mismos, que consideran que la sociedad no les valora en su justa medida. Así, las familias tienen una opinión más positiva del papel del docente; mientras que profesores y maestros creen que no se les valora en su justa medida. Así, el 64% de las familias cree que los docentes se adaptan bien a los cambios y hasta un 62% señala que deberían estar mejor remunerados. Sin embargo, un 40% de los profesores considera que su labor no se reconoce como merece, lo cual es un problema para el sistema educativo.
En cuanto a la ratio entre profesor/alumno, uno de los debates recurrentes en materia de educación de los últimos años, existe un consenso sobre la necesidad de abordar este tema para mejorar el sistema educativo. Además, tanto docentes como familias coinciden en la necesidad de impulsar un gran pacto de Estado por la educación que soluciones problemas antiguos y siente las bases de un sistema más eficiente y equilibrado.
Por último, en este apartado hemos preguntado en este apartado sobre las nuevas tecnologías en la escuela y tanto docentes como profesores creen que es preciso mejorar. De hecho, se considera que es prioritario impulsar la inversión en digitalización para ponernos al nivel de los países de nuestro entorno. Así, más de un 60% de los encuestados cree que la escuela española no cuenta con la tecnología suficiente para competir con el resto de Europa.
Dossier especial 2021: Educar en tiempos de pandemia
El Covid-19 y los confinamientos han generado una situación complicada que ha puesto a prueba el sistema educativo. En general, se considera que la educación española ha sido resiliente y ha “superado con nota” un trance tan complejo que ha exigido esfuerzos y capacidad para adaptarse con agilidad. A lo largo de estos meses, los colegios han funcionado con dificultades, pero han sido capaces de mantener un ritmo de funcionamiento adecuado, algo que no ha sucedido en otros campos.
En cuanto a la implicación de los docentes durante la pandemia, tanto ellos mismos como las familias consideran que han trabajado a fondo y se reconoce el esfuerzo extra que se ha realizado por parte de la comunidad educativa. De hecho, cabe destacar que a lo largo de los últimos meses la gran mayoría de los alumnos han mantenido sus clases, ya sea a distancia o presencial. No obstante, aunque las clases online se valoran positivamente, la gran mayoría asume con entusiasmo la vuelta a las clases presenciales.
Esta capacidad para adaptarse y superar los obstáculos que ha demostrado el sistema educativo se debería en gran medida a la alta implicación de los docentes para que los alumnos no perdieran el ritmo a lo largo de los meses de confinamiento. Así, en una escala de 1 a 10 los docentes consideran que su nivel de implicación ha sido de 9,1, puntación que baja al 7.1 si se pregunta a las familias.
En esta línea, cabe señalar que el sistema educativo se ha mostrado resiliente también por el hecho de que las clases no han parado, ya sea en formato online o con la apertura de los colegios la mayor parte del tiempo posible. Así, el 85% de los docentes señala que ha impartido clases durante el confinamiento. De hecho, el 81% de las familias afirma que sus hijos han recibido clases online durante el confinamiento.
También cabe poner el foco en el hecho de que la mayoría de los docentes y familias creen que las medidas adoptadas durante la pandemia han sido positivas, pero que el nivel educativo se ha resentido. Así, se considera que el nivel educativo ha empeorado tras tantos meses de pandemia, algo que comparten el 42% de los docentes y el 31% de las familias.
No obstante, la mayoría cree que pronto se volverá a la “normalidad” basado en el modelo presencial, aunque hasta un tercio cree en el futuro se mantendrá un modelo híbrido con parte de las clases a distancia.
Por último, merece la pena señalar que la pandemia ha impactado en el estado de ánimo de docentes, padres y alumnos. Aunque ahora se valora positivamente la respuesta a los confinamientos, se considera que han sido meses complicados que han afectado a la estabilidad emocional de toda la comunidad educativa. Aunque el 44,6% de los docentes señala que su estado de ánimo empeoró, también se indica que con los meses la situación ha mejorado. En el caso de las familias, se afirma que han sido meses difíciles que han afectado a la estabilidad emocional, pero en la actualidad el 57,5% considera que es bueno y el 21,3% muy bueno.