Los expertos han mejorado sus expectativas sobre la evolución económica de España según el último informe del Pulso Económico Trimestral de EY Insights. Para el año 2024, se anticipa un crecimiento robusto del PIB del 2%, una revisión positiva frente a los resultados de informes anteriores. Esta mejora es notable especialmente al considerar que, en la edición de invierno, un 66% de los economistas preveía una desaceleración.
A pesar de las expectativas optimistas, existen retos significativos. La fragmentación parlamentaria y la inestabilidad política continúan siendo los principales factores de riesgo, con un 87% de los expertos anticipando un impacto negativo en el crecimiento económico. Además, la evolución de la prima de riesgo de la deuda española emerge como un nuevo desafío económico, con un 73% de los expertos proyectando un impacto negativo.
En contraposición a estos retos, el informe señala un cambio en los factores que impulsan el crecimiento. Mientras que, en ediciones anteriores, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) era visto como el principal motor, ahora la evolución del consumo doméstico toma la delantera, con un 80% de los economistas destacando su influencia positiva.
El informe también aborda la agenda fiscal y presupuestaria para 2024, subrayando la importancia de mantener el déficit de las Administraciones Públicas por debajo del 3% y cumplir con los compromisos fiscales con la Unión Europea. Los expertos recomiendan una mayor agilidad en la implementación de las inversiones del PRTR y un incremento en las partidas de inversión productiva.
Por último, en el contexto europeo, la Comisión Europea ha impulsado recientemente una estrategia de seguridad económica para reforzar la posición de Europa en el contexto geoestratégico actual. Sus tres ejes principales de acción son la protección, la asociación y la promoción. Los tres marcarán buena parte de la agenda económica europea de la próxima legislatura comunitaria. Respecto a ello, los analistas consultados se decantan prioritariamente de entre los tres por la promoción de la competitividad, haciendo que la economía y las cadenas de suministro sean más resilientes (el 67% la considera altamente prioritaria y el 33% algo prioritaria 33%).