Al comenzar este verano con una reflexión sobre lo que funcionó y lo que no funcionó durante la primavera de 2020, los líderes de distrito pueden girar rápidamente para evaluar sus contextos locales y determinar qué escenario o escenarios son más relevantes para sus sistemas. El acceso a una herramienta de diagnóstico y a playbooks puede ayudar a los líderes de distrito a prepararse con éxito y eficiencia para la "reapertura" del año escolar 20-21. Esos documentos deberían tener por objeto reducir la ambigüedad en torno a las opciones que existen para la reapertura de las escuelas y proporcionar un acceso claro a los recursos que los distritos pueden utilizar para fundamentar la adopción de decisiones sobre la estrategia que deben seguir, dadas sus circunstancias específicas y/o la orientación a nivel estatal.
El objetivo principal es apoyar a las escuelas y distritos para lograr un comienzo exitoso del año escolar 20-21, independientemente de lo que implique su escenario de "regreso a la escuela". Más allá del diseño de una herramienta de diagnóstico y de playbooks relevantes, creemos que la participación significativa de los stakeholders, la capacitación y la comunicación son fundamentales para apoyar el diseño de herramientas que sean localmente relevantes, y su posterior lanzamiento y uso generalizado.
Cada proceso de toma de decisiones de las escuelas y los distritos será único y se basará en varios factores internos (es decir, la disponibilidad de instalaciones, la accesibilidad a los dispositivos) y factores externos (es decir, consideraciones de salud a nivel estatal, preferencias de los interesados externos). En función de los escenarios que las instituciones decidan desplegar, deben estar preparadas para realizar una transición flexible entre las variaciones de las soluciones según lo dicten las tendencias de la salud pública.
Por ejemplo, las escuelas que consideren la posibilidad de impartir instrucción en persona para el próximo año escolar deberían prever la necesidad de abordar los problemas de matriculación y asistencia debidos a las preocupaciones por la seguridad de los padres y las cuestiones de salud de los maestros. Del mismo modo, los distritos que emplean un modelo híbrido o que aprovechan la instrucción en persona tendrán que utilizar un horario modificado para abordar las expectativas de distanciamiento social. Mediante el desarrollo de un conjunto de directrices y procesos de autoevaluación, las escuelas y los distritos pueden estar mejor preparados para el año escolar 20-21.
Por último, es importante recordar que numerosas escuelas y distritos están experimentando los mismos o similares desafíos en el desarrollo de un plan de aprendizaje a distancia a largo plazo. Esta es una oportunidad para compartir las mejores prácticas sobre qué procesos funcionan bien y qué hay que evitar. La prioridad fundamental de todas las instituciones es la salud y la seguridad de sus estudiantes y educadores. Si bien los dirigentes de las escuelas y los distritos no son expertos en salud pública, deberán estar preparados para actuar siguiendo la orientación de las autoridades sanitarias y colaborar para encontrar los mejores enfoques para atender a sus estudiantes.