Los acontecimientos mundiales importantes pueden a menudo acelerar el deseo o la necesidad de transformación. La crisis financiera mundial de 2008 fue uno de esos acontecimientos para las empresas y, más concretamente, para las funciones jurídicas. Las repercusiones económicas de la crisis financiera mundial de 2008 y las nuevas reglamentaciones que de ella se derivaron crearon ondas que se sintieron mucho después de que la crisis se redujera.
Los departamentos de derecho progresistas respondieron a estos desafíos transformando sus operaciones – desarrollando nuevas y eficientes formas de trabajo y replanteando la forma en que compraban los servicios legales a proveedores externos.
Ahora, cuando el mundo se encuentra en las manos de la pandemia global COVID-19, los líderes ejecutivos se enfrentan a desafíos legales en toda su organización. A medida que las empresas empiezan a emerger en un mundo post-pandemia COVID-19, esos desafíos pueden seguir llegando en oleadas.
Los departamentos de recursos humanos pueden enfrentarse a problemas laborales y de empleo continuos. Los equipos de compras y ventas pueden tener que reescribir los contratos para reflejar los nuevos riesgos. Los equipos de finanzas e impuestos pueden tener que reestructurar sus organizaciones para reflejar los cambios en las cadenas de suministros, los patrones de compra y los flujos de ingresos. Los departamentos de derecho pueden participar en la resolución de todos estos desafíos, así como en el tratamiento de las preguntas, solicitudes y crisis diarias.
La forma en que las organizaciones en general y los departamentos de derecho en particular abordarán las problemáticas que puedan surgir pondrá de relieve los puntos fuertes y débiles operacionales y planteará una serie de preguntas, como por ejemplo:
- ¿Qué tan flexible y adaptable es el departamento legal – podrá cambiar los procesos de trabajo a corto plazo para cumplir con la "nueva normalidad"?
- ¿Estos cambios a corto plazo estarán orientados hacia el futuro, de modo que no sólo resuelvan los desafíos inmediatos sino que, lo que es más importante, mejoren las operaciones a largo plazo?
- ¿Serán capaces los departamentos de manejar eficientemente el alto volumen de trabajo que está destinado a venir por el pipeline?
Las respuestas a estas preguntas pueden determinar en última instancia cuán resilientes son ahora los departamentos de derecho y las empresas a las que prestan servicios y cómo avanzan. Hay dos consideraciones prominentes en esta conversación. En primer lugar, qué servicios legales prestarán las empresas y qué harán, bajo la dirección del departamento legal, los proveedores externos.
La segunda consideración está relacionada. Qué asociaciones formarán las empresas con los proveedores legales externos. Los datos del informe sobre la utilización de los servicios legales administrados (LMS, por sus siglas en inglés) sugieren que la respuesta a esta pregunta será de crucial importancia.
El paso a los servicios jurídicos administrados
El informe muestra que ya se ha producido un cambio significativo hacia la utilización de los servicios legales administrados por organizaciones grandes y medianas. Los departamentos jurídicos progresistas que utilizan cada vez más los servicios administrados están obteniendo importantes beneficios que van más allá del ahorro de costos.
El informe revela que hay tres grupos claramente definidos de departamentos de derecho basados en sus estrategias de abastecimiento, a los que denomina:
- Pioneros – este grupo, que constituye el 37% de los departamentos de derecho, ya ha migrado muchos servicios jurídicos a proveedores que no son bufetes de abogados y están tratando activamente de ampliar su uso de los servicios legales administrados.
- Exploradores – que representan el 35% de los encuestados, la mayoría ha intentado la subcontratación pero no de forma generalizada. Estas empresas están considerando activamente la posibilidad de ampliar su uso de los servicios legales administrados.
- Observadores – este grupo (28% de los departamentos legales) no está considerando la posibilidad de utilizar los servicios administrados actualmente, incluso si son conscientes de los beneficios anecdóticamente.