Las empresas pueden aprovechar la innovación y las asociaciones para ayudar a construir un mundo más cohesivo y sostenible.
Las empresas deben acelerar sus respuestas al cambio climático – empezando hoy mismo. Sus impactos – incluyendo el aumento del nivel del mar, sequías, inundaciones, tormentas cada vez más severas y calor abrumador – están amenazando los esfuerzos para construir un mundo más cohesivo. También son una amenaza para las operaciones y los modelos de negocio de las empresas debido a su potencial para disrumpir gravemente los procesos de fabricación y distribución, forzar el aumento de los costos e influir en los hábitos de compra de los consumidores.
De hecho, el 2019 EY CEO Imperative Study encontró que el cambio climático es uno de los cinco principales desafíos de negocios globales que potencialmente puede dañar el crecimiento de las empresas y la economía mundial en los próximos 5 a 10 años. Los inversionistas encuestados para el estudio lo clasificaron como su principal desafío global, junto con la seguridad corporativa nacional.
Las empresas de los sectores con los que trabajo, como la agricultura, la industria automotriz, la química y la energía, están teniendo en cuenta el cambio climático en su estrategia y en la asignación de su capital de inversión. Las empresas energéticas están invirtiendo en energías renovables. Los fabricantes de automóviles están desarrollando automóviles eléctricos. Los agricultores están adoptando nuevos métodos agrícolas que hacen un uso más eficiente del agua y reducen las emisiones de metano.
Encabezando la agenda de la junta directiva
El cambio climático, y las políticas para abordarlo, probablemente afectarán a ciertas empresas más que a otras. No obstante, cada junta directiva debería priorizar el tema porque el cambio climático presenta riesgos de reputación agudos para cualquier empresa que se niegue a tomarlo en serio.
Los stakeholders – desde los empleados y clientes hasta los inversores y el público en general – quieren que las empresas desempeñen un papel destacado en la lucha contra el cambio climático. Quieren que las empresas se comprometan con el tema de una manera que marque una diferencia inmediata y que al mismo tiempo ayude a construir un mundo más inclusivo y sostenible a largo plazo.
Entonces, ¿cómo pueden las organizaciones hacer esto?
Disrumpir el cambio climático a través de la innovación
Una forma obvia es a través de la innovación. Las empresas pueden innovar para explotar de manera más eficiente tanto los recursos naturales como los artificiales. Pueden generar energía usando energía solar y eólica, explorar técnicas avanzadas de reciclaje que les permitan reutilizar más materiales y desarrollar modelos de negocio "como servicio" en lugar de producir productos principalmente para la venta.
Una gran oportunidad para la innovación se encuentra en el área de las baterías – en particular, el desarrollo de baterías baratas y de larga duración que transformarán el mercado de los automóviles eléctricos. Creo que las empresas exitosas en este espacio se convertirán en los gigantes industriales del futuro.
Las empresas también deben reconsiderar su compromiso con los proveedores y clientes. ¿Califican a sus proveedores según los criterios de sostenibilidad? ¿Deben hacer negocios únicamente con clientes que cumplan con sus expectativas de sostenibilidad? Para ello se requieren procesos internos que les permitan evaluar la sostenibilidad tanto de sus proveedores como de sus clientes antes de comprometerse con ellos.
El poder de trabajar asociados
Ninguna innovación ni organismo regulador puede resolver por sí solo el desafío climático. Para frenar el cambio climático, los gobiernos deben trabajar juntos y las empresas deben colaborar entre sectores como parte de los ecosistemas de innovación. Al aprender unos de otros y compartir ideas, las empresas podrán desarrollar productos y servicios que transformen los mercados y cambien los comportamientos de los consumidores. Es a través del uso de sus ecosistemas empresariales que los CEO podrán ayudar a salvar el ecosistema de la Tierra.
La medición es clave para este esfuerzo porque las juntas directivas comprenderán cómo progresan sus empresas solo si tienen las métricas de sostenibilidad adecuadas y si controlan e informan sobre los resultados en relación con los objetivos. EY desarrolló Embankment Project for Inclusive Capitalism en asociación con la Coalición para el Capitalismo Inclusivo y más de 30 compañías globales con un total combinado de US$30t de activos bajo gestión. Hemos hecho un gran avance al crear un marco de valor a largo plazo que ha sido aceptado por la comunidad financiera más amplia que representa a los administradores de activos, los propietarios de activos y las empresas multinacionales en la forma en que las empresas pueden medir e informar el verdadero valor que crean para todas los stakeholders.
La década para actuar
Las empresas que no logran enfrentar el cambio climático se encuentran en una posición muy vulnerable. Si no actúan voluntariamente, no pasará mucho tiempo antes de que los gobiernos los obliguen a actuar. El cambio climático ya es un tema importante para los votantes y será aún más importante a medida que tenga un impacto en su vida cotidiana. En el futuro, cualquier empresa que no opere de manera sostenible podría estar sujeta a una legislación restrictiva y a tasas impositivas punitivas o se le podría prohibir que tenga instalaciones en las ciudades inteligentes. Incluso podrían terminar sin un modelo de negocio viable.
El Inevitable Policy Response (IPR por sus siglas en inglés), un proyecto pionero en el que participa la entidad apoyada por las Naciones Unidas, Principles for Responsible Investment, ya ha hecho un pronóstico escalofriante. Predice que para 2025, los gobiernos responderán a la amenaza climática de una manera "contundente, abrupta y desordenada".
Estamos a punto de entrar en un nuevo año y en una nueva década. A medida que se intensifica la urgencia de la crisis climática, esta década debe ser la época crucial en la que las empresas tomen decisiones cruciales para que nuestro mundo sea más cohesivo y sostenible. Al hacerlo, no solo protegerán al mundo de las consecuencias devastadoras y de las repercusiones sociales asociadas. También estarán en una buena posición para reestructurar su mercado, aprovechar nuevas oportunidades y obtener una ventaja competitiva vital. El cambio climático ha dejado de ser una iniciativa de responsabilidad social corporativa – ahora es un imperativo mundial.
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