La evaluación de reincorporación del personal se debe efectuar teniendo en cuenta la condición fiscal del personal, la comorbilidad, estado de sistema inmunológico y edad.
Debido de lo anterior, se puede esperar el desarrollo por parte del Gobierno, de nuevas medidas de control y políticas para evitar la propagación del virus.
¿Cómo estar preparados como empresa?
Las empresas deberán prepararse para la reactivación de actividades. Para esto, será imprescindible que elaboren un plan de contingencia o protocolo general de seguridad y salud y que adapten la evaluación de riesgos laborales ante el nuevo riesgo de contagio por COVID-19. También será importante que las empresas garanticen que dicho plan cuente con medidas sanitarias básicas para la promoción, protección y control de ingreso/egreso, así como el rediseño de espacios de trabajo para cumplir con medidas sanitarias y de sana distancia, para así tener un entorno saludable. Adicionalmente, será importante que las empresas desarrollen e implementen políticas de trabajo flexible y escalonado, al igual que mantener un modelo operativo híbrido entre trabajo remoto y presencial. Esto con el fin de evitar un espacio concurrido mediante el uso de nuevas maneras de colaboración virtual y uso de nuevas herramientas.
Es recomendable contar con políticas de licencia por enfermedad en caso de emergencia, así como garantizar que estas políticas estén alineadas con recomendaciones de salud pública y leyes laborales14.
Además de estos aspectos centrados en la gente y en la continuidad del negocio, los líderes de las empresas deben de reimaginar la estrategia de negocio que les permita adaptarse a la nueva normalidad, al nuevo contexto competitivo y productivo, y a las nuevas necesidades de sus clientes, siendo resilientes en su operación para asegurar su continuidad. La adopción y el aumento del comercio online, las entregas a domicilio y el crecimiento de los pagos digitales son solo algunos de los cambios que se han acelerado derivado de esta pandemia y marcarán una pauta para repensar los canales de interacción que las empresas deban utilizar con sus clientes y otros stakeholders (proveedores, instituciones, etc.).
Frente al entorno, donde la liquidez de la población en general ha disminuido, es probable visualizar que los consumidores se verán forzados a hacer una estratificación de categorías, es decir, que se reflejen cambios en los estratos de consumo a niveles inferiores. Esto significa que será necesario llevar a cabo una reestructura del portafolio de productos y servicios, una reducción de costos y una estrategia de precios sustentada y estructurada. Además, ante este entorno, las empresas deben encontrar la manera de balancear las estrategias que les permitan generar liquidez y a la vez lograr un buen desempeño del negocio15.
La reactivación económica conlleva implicaciones políticas y sociales. Dependiendo de cómo evolucione la pandemia y cuál sea su duración, podríamos estar dirigiéndonos hacia una crisis económica mundial de un alcance sin precedentes. Las empresas deben buscar alternativas partiendo del futuro hacia el presente para impulsar decisiones estratégicas hoy.