La encuesta asegura que las empresas de capital privado se vieron obligadas a acelerar su transformación digital para continuar operando en un entorno remoto, lo que trajo como consecuencia numerosos desafíos. En este sentido, 6 de cada 10 CFO consideran que la transición al trabajo remoto ha sido uno de los mayores retos para su empresa, a pesar de que previo a la pandemia ya se encontraban en la transición para crear acuerdos flexibles para esta modalidad de trabajo.
Asimismo, el 50% de los directores financieros encuestados afirma que otro gran desafío fue el haber adaptado rápidamente su entorno de trabajo, incluido el tamaño y ubicación de sus oficinas, así como los diseños para el distanciamiento social entre colaboradores. Cabe señalar que el 46% de los encuestados considera que la rápida transición para llevar a cabo reuniones virtuales agregó mayor complejidad para conectarse con inversores nuevos y existentes.
Sin duda alguna, apoyar a una fuerza de trabajo remota y permitir reuniones virtuales a gran escala requiere tecnología de punta. Por ello, la mayoría (63%) de los CFO encuestados por EY afirma que continuará reforzando la inversión en tecnología. En tanto, un 57% planea seguir ajustando los horarios de trabajo flexibles a medida que se tomen más medidas para habilitar una fuerza laboral remota.
Además de ayudar a su fuerza de trabajo remota a cumplir con las responsabilidades del día a día a través de controles frecuentes, horarios flexibles y tecnología; en los últimos meses, las empresas con visión a futuro también han tomado medidas para centrarse en la gestión del talento buscando mantener la cultura de la empresa, capacitar a su gente, y monitorear la salud mental de los empleados.
Al comparar los resultados de la edición 2021 con encuestas anteriores, EY ha observado cambios en las prioridades a nivel organizacional relacionados con la gestión del talento. En el pasado, la principal prioridad de los gerentes para la gestión del talento se centró principalmente en mejorar los procesos administrativos y de integración. Ahora que la tecnología se ha convertido en una herramienta esencial, los gerentes empresariales tienen un mayor enfoque en aplicar la gestión del talento para impulsar la productividad y el compromiso de los empleados.
Desde una perspectiva de género, las empresas informaron haber logrado un ligero progreso en el último año, con un aumento de solo el 1% que afirmó que al menos el 30% de sus empleados en puestos directivos son mujeres. Al mismo tiempo, las empresas revelaron un aumento del 6% en los encuestados, lo que indica que al menos el 30% de sus empleados administrativos son mujeres. A pesar de que la representación de género en puestos directivos todavía está rezagada, el 46% de los gerentes de capital privado dijeron que al menos el 50% de su personal está compuesto por mujeres.
En lo que concierne a las perspectivas sobre la importancia de los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), los inversionistas ya no perciben las inversiones basadas en estos temas como una compensación. En otras palabras, ya no están dispuestos a aceptar un débil desempeño relacionado con decisiones de inversión más éticas, ya que buscarán construir carteras de buen desempeño y socialmente responsables.
En este contexto, más personas, en particular los Millennials y la Generación Z, consideran que el impacto social y ambiental es un elemento clave en sus decisiones de inversión. Mientras que un 67% de los gerentes en Asia y 66% en Europa están satisfaciendo dicha demanda, los gerentes en América del Norte se están quedando atrás (26%). Los resultados de la encuesta revelan que existe una creciente evidencia de que la inversión ESG puede mejorar el rendimiento, lo que coloca a las empresas que no ofrecen este tipo de estrategias en una mayor desventaja a medida que los inversores buscan opciones más sostenibles.