En EY, estamos constantemente haciendo mejores preguntas. Cada pregunta que hacemos puede crear confianza en los mercados de capital, ayudar a nuestros clientes a crecer, acelerar la innovación, ayudar a los gobiernos a resolver desafíos complejos y permitir que las comunidades prosperen. Todas estas preguntas adecuadas a gran escala, hacen una diferencia dramática para nuestra gente, clientes y comunidades y para todo la economía global.
Y cada pregunta adecuada nos ayuda a lograr nuestro propósito de construir un mejor mundo de negocios.
Porque cuanto mejor sea la pregunta, mejor será la respuesta, mejor funcionará el mundo.
Una mejor manera
La primera pregunta no tiene por qué ser tan grande como "¿Por dónde empiezo si quiero cambiar el mundo?" tan orientada al futuro como "¿Cuando los robots compran, ¿cuál es el valor de las compras?", tan inmediata como "¿Le falta a la tecnología un cromosoma X?" o tan específica como "Si compro en el extranjero, pero imprimo en 3D en mi país, ¿dónde se me cobrarán los impuestos ?"
Podría ser simplemente "¿Existe una manera mejor?"
"¿Existe una manera mejor?" sigue siendo una de las preguntas más frecuentes, simples y a la vez más provocativas que se pueden hacer en los negocios.
Nos obliga a todos a ver las cosas de manera diferente. Estimula el pensamiento fresco. Conduce a una acción con más sentido.
Y podría ser la oportunidad para iniciar un efecto dominó que tenga un impacto real en el mundo laboral.